Esta mañana, antes de mis oraciones matutinas, abrí la Biblia y leí el Capítulo 16, versículo 19 del Evangelio según San Mateo, en el que Jesucristo le dice a Pedro, “Yo te daré las llaves del reino de los cielos; y lo que ates en
Versículos bíblicos relevantes: Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco y me siguen; […] (Juan 10:27). Así que la fe viene del oír, y el oír, por la palabra de Cristo (Romanos 10:17). Mi pueblo es destruido por falta de conocimiento (Oseas 4:6).
Muchos cristianos creen que el reino de los cielos está en el cielo, pero la oración del Señor dice: “Venga tu reino. Hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo” (Mateo 6:10). Y el Libro del Apocalipsis también dice: “[…] El reino
En una mañana de primavera, el sol se levantaba lentamente desde el este, brillando sobre la tierra. La hierba y las flores al borde de la carretera respirando el aire fresco con optimismo. Las aves gorjeando tampoco podían evitar cantar canciones. Todo parecía animado. Li