Versículos bíblicos relevantes:

  • Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco y me siguen; […] (Juan 10:27).
  • Así que la fe viene del oír, y el oír, por la palabra de Cristo (Romanos 10:17).
  • Mi pueblo es destruido por falta de conocimiento (Oseas 4:6).
  • pero los necios mueren por falta de entendimiento (Proverbios 10:21).

Palabras relevantes de Dios:

ya que estamos buscando las huellas de Dios, debemos buscar la voluntad de Dios, las palabras de Dios, las declaraciones de Dios, porque donde están las nuevas palabras de Dios, ahí está la voz de Dios, y donde están las huellas de Dios, ahí están los hechos de Dios. Donde está la expresión de Dios, ahí está la aparición de Dios, y donde está la aparición de Dios, ahí existe la verdad, el camino y la vida. Mientras buscabais las huellas de Dios, ignorasteis las palabras que dicen que “Dios es la verdad, el camino y la vida”. Y es que, cuando muchas personas reciben la verdad, no creen que han encontrado las huellas de Dios y mucho menos reconocen la aparición de Dios. ¡Qué error tan grave es ese!

de ‘La aparición de Dios ha traído una nueva época’

Investigar algo así no es difícil, pero requiere que cada uno de nosotros conozca esta verdad: Aquel que es la encarnación de Dios tendrá Su esencia, y Aquel que es la encarnación de Dios tendrá Su expresión. Haciéndose carne, Dios traerá la obra que debe hacer, y haciéndose carne expresará lo que Él es; será, asimismo, capaz de traer la verdad al hombre, de concederle la vida, y de mostrarle el camino. La carne que no contiene la esencia de Dios seguramente no es el Dios encarnado; de esto no hay duda. Para investigar si es la carne encarnada de Dios, el hombre debe determinarlo a partir del carácter que Él expresa y de las palabras que Él habla. Es decir, si es o no la carne encarnada de Dios, y si es o no el camino verdadero, debe discernirse a partir de Su esencia. Y así, para determinar[a] si es o no la carne de Dios encarnado, la clave está en prestar atención a Su esencia (Su obra, Sus palabras, Su carácter, y mucho más), en lugar de fijarse en Su apariencia exterior.

de ‘Prefacio’

Aquellos que no entienden la verdad siempre siguen a los demás: si la gente dice que esta es la obra del Espíritu Santo, entonces, también tú dirás que es la obra del Espíritu Santo; si la gente dice que es la obra de un espíritu maligno, entonces, también te volverás dudoso, o también dirás que es la obra de un espíritu maligno. Siempre repetirás como loro las palabras de los demás, y serás incapaz de distinguir nada por ti mismo, ni serás capaz de pensar por ti mismo. Esto sería alguien sin una posición, que es incapaz de diferenciar, ¡tal persona es un ser despreciable sin valor! Esta clase de personas siempre repiten las palabras de los demás: hoy se dice que esta es la obra del Espíritu Santo, pero es probable que un día alguien diga que no es la obra del Espíritu Santo, sino nada más que obras del hombre, sin embargo, tú no puedes ver a través de esto, y cuando eres testigo de que otros lo dicen, tú repites lo mismo. En realidad, es la obra del Espíritu Santo, pero tú dices que es la obra del hombre; ¿acaso no te has convertido en uno de los que blasfeman contra la obra del Espíritu Santo? Y al hacerlo, ¿acaso no te opones a Dios porque no eres capaz de diferenciar? Quién sabe, quizás algún día aparezca algún imbécil que diga que “este es el trabajo de un espíritu maligno”, y cuando escuches estas palabras te habrás confundido, y una vez más estarás atado por las palabras de otros. Cada vez que alguien crea perturbación eres incapaz de defender tu posición, y esto es todo debido a que no posees la verdad. Creer en Dios y buscar el conocimiento de Dios no es un asunto sencillo. Esto no puede lograrse simplemente reuniéndose y escuchando prédicas, y tú no puedes ser perfeccionado sólo por la pasión.

Debes experimentar y conocer, y tener principios en tus acciones, y debes obtener la obra del Espíritu Santo. Cuando hayas sufrido experiencias, serás capaz de diferenciar muchas cosas, serás capaz de distinguir entre el bien y el mal, entre la rectitud y la maldad, entre lo que es de carne y hueso y lo que es de la verdad. Tú debes ser capaz de distinguir entre todas estas cosas, y al hacerlo, sin importar las circunstancias, nunca te perderás. Sólo esto es tu verdadera estatura. El conocimiento de la obra de Dios no es una cuestión simple: debes tener estándares y un objetivo de tu búsqueda, debes saber cómo se busca el camino verdadero, cómo medir si es o no es el camino verdadero, y si es o no es la obra de Dios. ¿Cuál es el principio más fundamental en la búsqueda del camino verdadero? Tienes que ver si es o no la obra del Espíritu Santo, si estas palabras son la expresión de la verdad, a quién han sido testificadas, y lo que pueden traerte. Distinguir entre el camino verdadero y el falso requiere de varios aspectos de los conocimientos fundamentales, el más fundamental de los cuales es decir si existe o no la obra del Espíritu Santo.

Porque la esencia de la creencia del hombre en Dios es la creencia en el Espíritu de Dios, e incluso su creencia en Dios encarnado se debe a que esta carne es la personificación del Espíritu de Dios, lo que significa que tal creencia sigue siendo la creencia en el Espíritu. Existen diferencias entre el espíritu y la carne, pero debido a que esta carne proviene del Espíritu, y es la Palabra hecha carne, entonces en lo que el hombre cree sigue siendo la esencia inherente de Dios. Y, por ende, al diferenciar si este es o no el camino verdadero, por sobre todo se tiene que observar si es o no la obra del Espíritu Santo, después de lo cual se debe ver si existe o no verdad en este camino. Esta verdad es el carácter de vida de la humanidad normal, es decir, lo que fue requerido del hombre cuando Dios lo creó en el principio, a saber: toda la humanidad normal (incluyendo el sentido humano, la percepción, la sabiduría y el conocimiento básico de ser hombre). Es decir, se necesita analizar si este camino lleva o no al hombre a una vida de humanidad normal, si la verdad dicha es o no requerida de acuerdo con la realidad de la humanidad normal, si esta verdad es o no práctica y actual, y si es o no es muy oportuna. Si existe verdad en ello, entonces será capaz de llevar al hombre a experiencias normales y prácticas; el hombre, por otra parte, se hace cada vez más normal, el sentido humano del hombre se vuelve cada vez más completo, la vida del hombre en la carne y la vida espiritual se vuelven cada vez más ordenadas, y las emociones del hombre se hacen cada vez más normales. Este es el segundo principio.

Hay otro principio, que se refiere a si el hombre tiene o no un conocimiento cada vez mayor de Dios, si el que experimente este tipo de obra y verdad puede inspirar el amor de Dios en él y acercarlo cada vez más a Dios. En esto se puede medir si este es o no el camino verdadero. Lo más fundamental es si este camino es más realista que sobrenatural, y si es o no capaz de proporcionar vida al hombre. Si se ajusta a estos principios, puede llegarse a la conclusión de que este camino es el camino verdadero. Digo estas palabras no para obligaros a aceptar otras formas en vuestras futuras experiencias, ni tampoco como una predicción de que habrá el trabajo de otra nueva era en el futuro. Yo las digo para que vosotros podáis estar seguros de que el camino de hoy es el camino verdadero, de modo que vosotros no sólo estéis medio-seguros en cuanto a vuestras creencias sobre el trabajo de hoy y seáis incapaces de profundizar en él. Incluso hay muchos que, a pesar de sentirse seguros, aún son seguidores en confusión; tal certeza no contiene un principio, y debe ser eliminada tarde o temprano.

Incluso aquellos que son especialmente ardientes seguidores, son tres partes seguros y cinco partes inseguros, lo que demuestra que no tienen ningunas bases. Debido a que vuestro calibre es demasiado pobre y vuestra base demasiado superficial, vosotros no tenéis ninguna comprensión de la diferenciación. Dios no repite Su obra, Él no hace trabajos que no sean realistas, Él no hace exigencias excesivas al hombre, y Él no hace el trabajo que vaya más allá del sentido del hombre. Todo el trabajo que hace está dentro del ámbito del sentido normal del hombre, y no supera el sentido de la humanidad normal, y Su obra está de acuerdo a las necesidades normales del hombre. Si se trata de la obra del Espíritu Santo, el hombre se hace cada vez más normal, y su humanidad se vuelve cada vez más normal. El hombre tiene un conocimiento cada vez mayor de su carácter, que ha sido corrompido por Satanás, y de la esencia del hombre, y él tiene un anhelo cada vez creciente por la verdad. Es decir, la vida del hombre crece y crece, y el carácter corrupto del hombre llega a ser capaz de más y más cambios, todo lo cual es el significado de Dios que se convierte en la vida del hombre.

Si un camino es incapaz de revelar aquellas cosas que son la esencia del hombre, es incapaz de cambiar el carácter del hombre y, más aún, es incapaz de traerlo a Dios o de proporcionarle una verdadera comprensión de Dios, e incluso hace que su humanidad se vuelva cada vez más precaria y su sentido cada vez más anormal, entonces este no debe ser el camino verdadero, y puede que sea obra de un espíritu maligno, o de la manera antigua. En pocas palabras, no puede pertenecer a la presente obra del Espíritu Santo. Vosotros habéis creído en Dios por todos estos años, sin embargo, no tenéis la menor idea de los principios para diferenciar entre el camino verdadero y el camino falso o de buscar el camino verdadero. La mayoría de las personas ni siquiera están interesadas en estos asuntos; ellos simplemente van donde la mayoría va, y repiten lo que la mayoría dice. ¿Cómo puede ser esta una persona que busca el camino verdadero? ¿Y cómo pueden estas personas encontrar el camino verdadero? Si captas estos principios clave, entonces no importa lo que pase, no serás engañado.

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